Fotografía en el Parque Natural del Cabo de Gata

Estas fotografías han sido realizadas la última semana de diciembre de 2017 en el Parque Natural del Cabo de Gata, en Almería.

El parque

El Cabo de Gata es un parque natural marítimo-terrestre de 50.000 hectáreas que se encuentra en la costa almeriense. Es uno de los pocos ejemplos que hay en el Mediterráneo de zona costera de origen volcánico, y eso lo convierte en único. Gracias a la alta protección de la que goza este pedazo de costa el paisaje es muy natural. Esto, que en principio es positivo, se convierte en una espada de Damocles para el propio parque, ya que atrae a muchos turistas y visitantes que como yo, quieren disfrutar de una zona libre de contaminación humana.

Algunas de estas playas son muy accesibles, apenas unos minutos de marcha desde donde aparques el coche o te deje el autobús, para otras hay que andar bastante más recorriendo los acantilados y bordeando algunas playas caminando sobre las rocas, que dicho así parece una marcha épica pero que en realidad es un paseo que recorren habitualmente jubilados alemanes. Las playas menos accesibles suelen ser nudistas y por supuesto en ninguna encontrarás chiringuito o baño. Para visitar el parque hay que llevarse tu propia bebida y volver con tu propia basura.

Las fotografías

Como en todas las fotografías de paisaje que hago, en ninguna hice retoque digital. Por retoque digital quiero decir trabajo sobre capas o que afecten solo a determinadas zonas. Sí que eliminé motas de polvo, en general, salvo los dos últimos días que estuve, hizo bastante aire. Lo que trabajé fueron los ajustes de contraste, saturación, luces altas y sombras, no los colores. Los colores extraños que ves son o bien porque la luz era esa o bien porque desde la cámara modifiqué el balance de blancos para conseguir el efecto que ves. En la toma utilicé filtros cokin de densidad neutra y uno degradado. Todas las fotos fueron tomadas con un gran angular canon 10-22 o el sigma 30 f1.4.

Esta fotografía la hice cerca de la Cala Carbón, a medio día mientras buscaba localizaciones. Como estaba nublado aproveché e hice la foto. Cuando volví por la noche la marea había bajado y ya no se veía igual el efecto del agua. También probé a hacerla con un gran angular, pero entonces entraba en el encuadre unas arenas muy feas.

Esta foto es de Cala Carbón, una cala de piedras situada al final del tramo de playas del parque. La fotografía la hice al anochecer, buscando distintas composiciones y al final fue esta, desde el centro de la cala y con esas afloraciones de rocas a los lados, la que más me convenció. Lástima de cielo sin una sola nube… El suelo, de piedras, es bastante rosa, color potenciado en el anochecer.

Siguiente foto: el arrecife de las sirenas, quizás la fotografía más repetida del parque. Es una zona que anteriormente estaba habitada por focas monje, y parece que los ruidos que provocaban estos animales eran confundidos por los marineros por sirenas.

Las formaciones rocosas que ves al fondo son antiguas chimeneas volcánicas. Los raíles oxidados son guías para bajar embarcaciones que estaban justo detrás mío. Estos raíles fueron ligeramente iluminados con una linterna.

Fue una fotografía muy complicada porque además del aire tenía que pelear con las olas que golpeaban el trípode y las gotas que salpicaban los filtros de la lente. Además el objetivo no se manejó bien con los contrastes de luces y se puede observar alguna aberración cromática en los bordes de las rocas.

Y finalmente la Playa de los Genoveses, la playa más conocida de todo el parque por ser la más grande y la más accesible. La fotografía fue tomada al amanecer.

A la izquierda puedes ver las pitas, unas plantas de origen mexicano, importadas por los colonizadores de América. Esta planta suculenta tiene unos cuantos y variados usos, entre otras cosas de su savia se extrae el mezcal y el tequila. Además también se utiliza con fines curativos, como fuente de fibra para tejidos y finalmente, ya en la península, se utilizó para marcar los límites de los campos. Hoy la pita está muy extendida en el parque y es una imagen icónica del mismo. Se ha extendido tanto que la planta ha entrado en el catálogo de especies invasoras y hoy su cultivo, transporte o venta está prohibido.

Para realizar esta fotografía busque distintos encuadres, empezando desde un nivel más bajo, pero no me convencía porque se veía muy vacía. Decidí meter las pitas en el encuadre, por ser un elemento icónico del parque y por rellenar ese vacío. Para compensar la fuerza del sol las situé al lado contrario. Esta fue la última fotografía que realicé del parque.

Mientras esperaba el amanecer disfruté de la compañía de un zorrillo que recorrió la orilla, en busca de restos dejados por los bañistas. Con el gran angular montado no tenía tiempo para otra cosa que el móvil, así que apreté zoom y disparé.

Finalmente una fotografía nocturna, realizada al molino que hay a la entrada al parque. A la derecha de la fotografía se puede apreciar viviendas. El molino fue iluminado con la linterna LED. En la esquina superior derecha se puede ver una zona iluminada que proviene de la luna. Tuve que cambiar de posición varias veces para evitar que la luna entrara en el encuadre.

Esta siguiente fotografía la descarté cuando preparaba este artículo, pero cuando pretendía cerrar ya este reportaje y pasar a otro… me ha gustado más la foto. No es una larga exposición tan espectacular ni una nocturna que sorprenda, es más bien una fotografía simple, relajada. Quizás por eso en un primer impulso la rechacé, y ahora con el tiempo, la he recuperado.

Algunas fotografías con el móvil

Al final el teléfono es lo que siempre llevas encima y hoy sus ópticas y procesadores han mejorado lo bastante como para desdeñarlos. Aunque por supuesto no son perfectos, como contaba en este artículo anterior. Ahí van algunos ejemplos de fotografías realizadas con el teléfono.