Lago Bled

Eslovenia

Erase una vez un país tan verde que ni en julio agostaba. Un país salpicado de lagos, horadado por brumosas gargantas y surcado por ríos y riachuelos de aguas claras no: cristalinas. Ese país es Eslovenia.

Lago Bohinj

Espero que el lector y la lectora permitan este exceso narrativo, cursi y pomposo, y que me conceda dar algunas explicaciones. La primera es que cuando recorrí Eslovenia era julio, un mes que en nuestras latitudes mediterráneas es reseco, naranja-marrón y crujiente. Comprenderá así, querido lector y querida lectora, que el impacto causado sobre este desértico escritor (intelectual y geográficamente hablando) sea, pues, aún mayor.

La segunda razón que justifica este exceso se debe al poco tiempo que tuve para realizar estas fotografías y, sin embargo, los prolíficos resultados: En apenas un fin de semana pude visitar dos lagos, una garganta y una cascada, repitiendo localización en alguna ocasión para mejorar resultados.

¿Qué puede dar de sí un fin de semana? Aquí el resultado.

Un atardecer con secuela

La primera tarde estuvo reservada para el Lago Bohinj con la intención de capturar un bonito atardecer contra una iglesia, con puente sobre lago incluido. Pero a veces los planes no salen como programas, te das la vuelta y ocurren cosas inesperadas.

Alimentando a los patos

Fue el caso de este muelle y ese atardecer que ves al fondo: el cielo amenazaba con ponerse interesante y, mientras tanto, un padre con su hijo alimentaban a los patos. Les pedí permiso (y su número de WhatsApp para enviarles las fotos) y les fotografié. Seguí esperando para ver cómo evolucionaba el cielo, con una idea bastante clara de que había elegido el buen lugar… pero mala orientación. La iglesia que quería fotografiar estaba en la dirección contraria al atardecer y no iba a ser protagonista sino que lo fue la naturaleza con su lago, justo en el lado opuesto.

Atardecer en el Lago Bohinj. Revelada con DPP.
Lago Bled
Lago Bohinj. Revelada mediante un HDR en Lightroom

Yo, en realidad, estaba sobre ese muelle, pero apuntando justo en dirección contraria (hacia la iglesia que verás más adelante). Así las cosas, decidí volver al día siguiente a probar el amanecer.

Amanecer y sus anexos en el lago Bohinj

Así amaneció: denso, brumoso y azul. Mientras esperaba el despuntar de los primeros rayos, un pescador cruzó el lago. Cambié mi gran angular por el tele y capté ese momento que, sin necesidad de Photoshop, te puede partir el corazón.

El sujeto de interés en el centro

Esta segunda opción respeta mejor las reglas de la composición, al presentar al sujeto de interés en el tercio desde el que se desplaza. Me explico: todo sujeto en movimiento debe presentarse en el tercio más cercano a su salida, dejando más espacio en la zona que tiene que recorrer que en la que ya ha recorrido. También revelada con DPP, en este caso, con un ajuste de blancos más cálido.

El pescador ahora correctamente situado.

Después hicieron su aparición por el lugar unos simpáticos patos. En esta primera fotografía presento al sujeto “pato” desenfocado, pero no por incapacidad del autor para enfocarlo, sino para intentar transmitir todo un submundo difuso, intelectualizado, relativo.

Y ahora presento la fotografía correctamente enfocada…

El siguiente animal en hacer su aparición fue un señor fotógrafo-calvario equipado con cámara, trípode y dron que, junto con su hiperactividad me supuso un auténtico suplicio. No paró un segundo quieto. Todo el rato estaba cambiando de lugar, de composición, volando el dron, fotografiando la iglesia, realizando planos aéreos, cambiando filtros, tirando cien fotos por segundo… era como si estuviera participando de algún concurso por conseguir el mayor número de planos distintos o la mayor capacidad de molestia y ruido por segundo.

Pero a lo que vamos, que el objetivo no eran ni los patos ni el pescador, sino la iglesia que ya se había resistido la tarde anterior.

El alba no fue espectacular, pero tampoco defraudó. Esas brumas siguieron agarradas a las montañas mientras las primeras luces se abrían paso desde la montaña y, aunque las nubes apenas se pintaron de colores, sí me permitieron disfrutar de una fría, espesa y misteriosa mañana que aportó atmósfera a la fotografía.

Veréis dos imágenes provenientes de la misma fotografía: una revelada con DPP + LR y otra solo con LR + ColorEfex. La primera respeta mejor los verdes en concreto y, en general, los colores. Ofrece una imagen de mayor impacto, con una mejor y más profunda saturación de los colores pero sin perder sensación de realidad. Sin embargo, la gestión de las altas luces y de las sombras es desastrosa, lo cual tengo que realizar desde CameraRaw.

La segunda está revelada con LR+ColorEfex e intentando posteriormente, mediante saturación del canal verde y azul, conseguir un resultado parecido al DPP. Además, la torre de la iglesia está blanqueada (mediante el teeth withening de LR, por cierto) porque el balance de blancos acaba totalmente destrozado.

Revelado con DPP
Revelado con Lightroom

Y finalmente una tercera, esta vez usando un 30mm.

A la vuelta de realizar esta fotografía, con el cielo todavía un poco encapotado, casi encriptado, el sol consiguió abrirse paso. Al verlo, probé la tracción del coche desviándolo por irreverentes caminos rurales y realicé un par de fotografías, hacia el sol y en dirección contraria, para poder captar ese momento de luz tan espectacular.

Después me enteré de que la estructura de madera tejada eran secaderos de lúpulo. Y es que Eslovenia es un gran productor de lúpulo pese a su reducido tamaño. Ocupa el sexto puesto en la escala mundial y el cuarto en la europea.

La garganta Vintgar

Tras haber fotografiado el amanecer y sus anexos llegó el momento de dirigirme hacia la garganta Vintgar, que el río Radovna excavó tras la última glaciación al ver su camino impedido por el hielo de un glaciar próximo. Descubierta en 1891 por el alcalde de Gorje y un fotógrafo de la época, hoy una serie de pasarelas de madera recorren los apenas 2 km de trayecto.

Esta primera fotografía abre la excursión y esta sección. Es el resultado de una panorámica de alto rango dinámico formada por 9 fotografías.

Al internarme en esta garganta decidí realizar un ejercicio: hacer la ida con el gran angular y la vuelta, con el teleobjetivo. La idea era conseguir imágenes totalmente distintas y complementarias.

A continuación te presento la serie de fotografías tomadas con gran angular a la ida.

Y ahora la misma escena, pero con niebla, utilizando la famosa técnica de José Benito Ruiz de vapear el objetivo. Y, por supuesto, una en blanco y negro.

Y una sin usar filtros de densidad neutra, a pulso.

Al llegar a la zona del puente del tren me volví loco. Era un lugar bellísimo, con más agua, cascadas, un puente de piedra, árboles, nubes en el cielo… Allí pasé un buen rato tomando fotografías hasta que, de repente y con una suerte que no podía creerme, un tren cruzó justo cuando estaba apretando el disparador.

Y finalmente la gran cascada donde la garganta desaparece

A continuación reproduzco las imágenes tomadas con el teleobjetivo que, sin ser especialmente buenas, creo que una vez repasadas sí que indican un camino a trabajar en la línea de la fotógrafa vasca Isabel Díez.

Bled

Y, finalmente, el lago Bled, con su icónica y antigua iglesia construida en la isla que emerge en medio del lago. Normalmente, esta iglesia suele fotografiarse contra los Alpes Julianos. Sin embargo, yo preferí buscar una vista desde la que se pudiera ver la magnífica escalinata barroca de 99 peldaños, lado que además ofrece una vista más perpendicular de la torre de la iglesia y permite situar un poco mejor el atardecer.

Estas dos fotografías han sido tomadas con el gran angular y un filtro de densidad neutra de 6 pasos. El revelado, en los dos casos, ha pasado primero por DPP para preservar de la mejor manera posible los colores. De ahí, a CameraRaw para mejorar el rango dinámico de la fotografía y, finalmente, a LR para dar los últimos ajustes de luz. La fachada ha sido ligeramente iluminada para destacar sobre el fondo. En la fotografía horizontal usé las hojas de los árboles que rodeaban el lago para enmarcar la iglesia.

Jamnik

La aldea de Jamnik acoge la iglesia en honor a St Primoz, otra magnífica edificación de origen gótico construida sobre una colina que, altanera, se levanta sobre un valle y que, además, fue el primer lugar donde se conmemoró a las víctimas del fascismo tras la segunda guerra mundial.

Esta joya iba a ser la protagonista del amanecer del domingo, así que acudí el sábado por la tarde para localizar un buen encuadre y una focal que le hiciera justicia.

El domingo, el despertador sonó a las 4.00h. Tras conducir 45 minutos por unas carreteras donde las rectas brillaban por su ausencia, llegué al lugar que previamente había elegido. El amanecer no fue especialmente espectacular, así que decidí esperar a ver cómo el sol irrumpía desde la montaña para poder captar el fugaz destello que se produce cuando la bola de fuego apenas ha asomado. Este efecto, el destello (o sunstar) se consigue cuando una fuente de luz es parcialmente tapada por un objeto, en este caso, la montaña. En concreto ese momento apenas duró un segundo: solo pude aprovechar una fotografía. A esto, apareció por allí otro fotógrafo: Arne Matthiesen con una Sony A7RIII (la cámara de moda). Para comparar, podéis ver las dos imágenes.

En cualquier caso, aviso de que la fotografía que os presento es OnlyRaw (solo lleva ajustes globales de revelado, como luces, contraste y un pelín de saturación, no retoque).

Lo cierto es que esta imagen ha sido realmente difícil de revelar porque el contraste entre el sol y el resto de la escena era realmente fuerte y puso a la cámara a prueba. El revelado, para mantener los colores, se ha hecho mediante DPP y posteriormente por CameraRaw para subir sombras.

Cascada de Kozjak

La visita acabó con una de las cascadas más bonitas que he visto, la de Kozjak. Para llegar a ella hay que adentrarse por una garganta verde y profunda formada por la corriente de agua que emana desde la cascada, situada al final de la garganta, que poco a poco va cerrándose.

Al llegar al final de la garganta, las rocas te rodean por todos los lados. Te sientes como una hormiga en un hormiguero y tan solo al fondo se abre un resquicio sobre la roca, desde el cual la cascada fluye abriéndose paso a borbotones, dejando entrever un fondo verde de vegetación que crece regada por la corriente de agua.

A la salida encontré otra cascada, que todo el mundo ignoraba al pasar porque no era “la gran cascada”.

Buscando, localicé un camino para bajar y así poder tomar una fotografía (la cascada se cruzaba por encima, a través del puente que ves en la parte superior de la fotografía).

Y, con esta última fotografía, vuelta al coche y camino al aeropuerto (100 km en 2h), y entrega del coche de alquiler, no sin antes tener que pelear con la compañía de alquileres. Como de costumbre, elijo la compañía más barata y no cojo su seguro, sino uno anual que cuesta 45€, que creo que es donde está el problema: estas empresas obtienen beneficios vendiéndote su seguro, que normalmente cuesta lo mismo que el alquiler del coche. Me acusaron de haber rayado una puerta y me dieron un papel autoinculpatorio para que lo firmara. Les dije que no lo firmaba, que tenía fotografías tomadas antes de coger el coche y de después y que además había contratado un seguro. Que serían ellos los que tendrían que demostrar que esa raya existe y que, además, tendrían que hacerlo no conmigo, sino con la aseguradora. Al día siguiente recibí un mensaje en el que me comunicaban que, oh casualidad, al limpiar el coche la raya había desaparecido.

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